Aprovechando que el 30 de marzo fue declarado Día Mundial de la Apiterapia nos preguntamos ¿por qué decía el señor Charles Mraz, rey de la terapia con Veneno de Abejas en Estados Unidos, que las Abejas son un regalo de Dios? Bien conocemos que Dios es perfecto y ciertamente las abejas son un reflejo de Él. En su organización como sociedad, como colonia tienen una jerarquía establecida que comienza por la reina, las obreras y los zánganos, con funciones específicas que cumplir, las que asumen a plenitud como un solo cuerpo. Para la naturaleza y la vida en el planeta cumplen un importante rol de equilibrio ecológico mediante la polinización de las flores de frutos, vegetales y cereales. Por esto se sostiene que: “Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían 4 años de vida: sin abejas, no hay polinización”.
Hablemos de sus productos, algunos conocidos como la miel, el polen, la jalea real, el propóleos, otros no muy conocidos por el público en lo que respecta a su composición química y propiedades como lo es el apilarnil, la apitoxina y la cera de abejas; también la misma abeja es utilizada en Apiterapia. Todos son extraordinarios y asombrosos, por ejemplo el polen, es la fuente proteica de la colmena y es en sí una proteína completa con 22 aminoácidos esenciales además de vitaminas y minerales, de gran valor para la salud, el apicultor le quita un poco del polen a la colonia, para alimentar a humanos y animales; el propóleos es una sustancia resinosa de color pardo rojizo o amarillo verdoso producido por las abejas a partir de resinas vegetales de los árboles, con propiedades curativas excepcionales ya que es antibiótico natural, bactericida, bacteriostático, fungicida, anti-inflamatorio, se han identificado en el propóleos mas de 168 diferentes sustancias, y podríamos decir que es el producto más medicinal de la colmena.
Por ser muy desconocido su uso en nuestro país, quiero destacar el uso de la Apitoxina o veneno de abejas y los otros productos de la colmena como coadyuvantes, para prevenir, tratar y sanar afecciones de salud como la esclerosis múltiple y lateral, reumatismo, artritis reumatoidea, artrosis, espondilitis, lumbalgias, fibromialgias, neuritis, hernias discales, ciáticas, etc. Las enfermedades del sistema inmunológico, incluido el Sida se benefician con la aplicación de apitoxina.
Quiero destacar, proyectar y reconocer en este Día Mundial de la Apiterapia a 4 figuras cimeras que han dedicado su vida y ejercicio profesional en Estados Unidos, en diferentes épocas, a difundir y aplicar la Terapia con veneno de Abejas o Apitoxina terapia, son ellos el Dr. Bodog Beck, Charles Mraz, Pat Wagner y la Dra. Amber Rose.
El Dr. Bodog Beck nació en Budapest, Hungría, en 1871 y murió en Kingston, New York, en 1942. Fue por muchos años parte del staff de St. Mark’s Hospital. El practicó en su oficina lo que fue su mayor pasión en medicina, la terapia con Veneno de Abejas, su oficina se encontraba en 116 East 58 th Street en New York City . El Dr. Beck resumió sus investigaciones y experiencia con la Apitoxina en su libro, “Bee Venom Therapy: Bee Venom, Its Nature, and Its Effect on Arthritic and Rheumatoid Conditions”, by Bodog F. Beck, M.D. (New York/London: D. Appleton-Century Company Inc, 1935), reimpreso en 1981. (Terapia con Venero de Abejas: el Veneno de Abejas, su Naturaleza, y sus efectos en Artritis y Condiciones Reumáticas), a pesar de que hace mas de 70 años que fue escrito es todavía hoy día el mejor tratado sobre la materia, los apiterapeutas lo conocemos como la Biblia del Veneno de Abejas, y es el titulo de la reimpresión del mismo.
En Charles Mraz, tenemos a un destacado apicultor americano, quien desde los 1930 fue como un evangelista promoviendo el uso terapéutico de la picadura de abejas, labor que ejerció durante 60 años. Nace un 26 de Julio de 1905 en Woodside Nueva York, y muere un 13 de Septiembre de 1999, en Middlebury, Vermont, donde estableció Champlain Valley Apiaries (que eventualmente se convirtió en el más largo apiario de Nueva Inglaterra, tenia 1000 colmenas), una firma en la que se mantuvo por mas de 60 años, tenía 94 años al morir. Fue reconocido en 1992 por The American Beekeeping Federation (Federacion Americana de Apicultores) como uno de los 5 más destacados apicultores del país, por sus avances en apicultura comercial. Charlie también fue reconocido en los Estados Unidos como pionero en la Terapia de Veneno de Abejas, el uso de picaduras de abejas para tratar varios desordenes de salud, principalmente enfermedades del sistema inmunológico. En adición inicio investigaciones clínicas con científicos del Sloan-Kettering Institute y del Walter Reed Army Institute, él estableció los estándares de pureza del veneno de abejas seco para el U.S. Food and Drug Administration y fue el suplidor de veneno para compañías farmacéuticas alrededor del mundo. Fue miembro fundador de The American Apitherapy Society (Sociedad Americana de Apiterapia) y su director, Charlie se gano la gratitud de miles de personas que viajaron a su hogar en Vermont para recibir tratamiento con picaduras de abejas o al acompañarlo en conferencias sobre el tema, que dicto a lo largo de EE.UU. En su libro editado en 1994, Health and the Honey Bee (La salud y la abeja melífera), el recopilo sus experiencias con la terapia de veneno de abejas.
Encontramos en Pat Wagner, llamada “La dama de las abejas” una asombrosa historia de recuperación de la Esclerosis Múltiple, pero veamos su historia a través de sus palabras impresas en su página Web:
“Yo fui diagnosticada de Esclerosis Múltiple en el Hospital de la Universidad de Georgetown en la primavera de 1970, el diagnostico fue de “recaída / esclerosis múltiple remitente recidivante”, la medicación que me fue indicada incluye ACTH, Prednisone, Dalmane, Halcion, Valium (40 mgs./dia), Seconal, Meprobamate, Dantrium, Dexedrine, Ditropan, Lomotil, Erythromycin, Keflex, Percocet, Bicodin, Tylenol #3, Fiorinal, Morphine, Indomethacin, and Timoptic gotas para los ojos.
El curso de mi EM empeoró durante la primavera de 1992, cuando experimenté la peor exacerbación de mis síntomas en términos de duración y resistencia al tratamiento, me indicaron altas dosis de Prednisone por más de 6 semanas (80mgs por día), pero no me ayudaron, me dieron Prozac para la depresión.
En el record medico se leía " Mujer adormecida en Silla de ruedas, con incontinencia de vejiga”. En Marzo de 1992 me operaron de la Vejiga, pero probó no ser de beneficio. En cuanto a la movilidad, el record decía "como si sus pies estuvieran clavados a la silla de ruedas. Sin movimiento desde octubre de 1991.” Luego, el 24 de Marzo, 1992, recibí mi primera picadura intencional de una abeja. Además de estar adormecida, mi sistema óseo sentía como si fuera de hielo, veinte minutos después de recibir una picadura en mi rodilla izquierda, mi pierna ya no sentía el hueso frío. Esta fue una señal muy positiva para mí, de que había algo en esto de la picadura de abeja. Recibí cuatro picaduras mas esa tarde y al día siguiente ya mi cuerpo no estaba frió, excepto mis manos y pies. Un notable aumento de la energía se puso de manifiesto en dos días que me permitieron poder permanecer más tiempo despierta durante el día. La audición en mi oído derecho se había perdido a causa de la EM, pero después de dos semanas ya la había recuperado. Mi esposo Ray llegó a ser tan esperanzador para mí, compró una colmena, y se hizo cargo de aplicarme las picaduras de abejas, y cambió su nombre por el de Ray el Picador.
Aunque el tratamiento no ha sido un paseo, sus efectos me han hecho una nueva persona. “¡En su evaluaciones mi neurólogo había dicho que "no había esperanza”, en mi siguiente cita con el, pidió mi nombre y yo caminaba hacia él, sin embargo, no me reconoció, porque estaba esperando una inválida en silla de ruedas!”
Luego de tan notable mejoría su caso salto a los medios escritos y televisivos y comenzó ha recibir demanda de cientos de enfermos de EM de todo E. U. que querían someterse a la terapia, convirtiendo su casa con la ayuda de su esposo en la casa de sanacion con picaduras de abejas.
La cuarta Apiterapeuta que quiero destacar es a la Dra. AMBER ROSE, L.Ac., LCSW, quien ha sido una sanadora toda su vida. Después de graduarse con honores en las Universidades de Chicago y de Iowa, fue a estudiar acupuntura, en el Instituto de Acupuntura Tradicional en Columbia, Maryland. Su experiencia en psicoterapia la alertó del valor de la acupuntura. A la vez que su conocimiento en acupuntura la llevó al mundo de la terapia con Veneno de Abejas.
Pero como llegó Amber a este mundo, en su libro “Bee on Balance” ella describe ese momento: “Las abejas llegaron a mi vida en el momento que mas las necesitaba, ya que estaba saliendo de un abusivo matrimonio, y sentía que la vida no tenia significado para mi, la historia de Pat Wagner en el Washington Post me retorno a la vida, recibí mi milagro, dar a otros era la respuesta a mis oraciones, al día siguiente tomé mi carro y enrumbé para Maryland a casa de Pat, estaba en la puerta de su casa, pero yo no era una enferma de EM, habían 30 o 40 personas esperando para ser picadas, la miré aplicando las picaduras, y me pregunté a mí misma está ella picando en puntos de acupuntura, si y no, pues sin saberlo estaba picando en puntos gatillo y meridianos nerviosos. Me di cuenta que yo era una Apiterapeuta esperando a ser despertada y de inmediato me ofrecí a ayudarla en su trabajo, pues tenia mucho que aprender.
Además de la punción de la piel, la terapia de veneno de abeja y la acupuntura tienen algo muy especial en común, cada una de ellas estimulan al propio cuerpo a despertar sus formas naturales de curación. La idea es que el cuerpo despierte y se sane a sí mismo. Esto no es una curita para cubrir heridas, o el dolor y los síntomas de una enfermedad, se trata de un enfoque holístico: la curación de toda la persona, cuerpo, mente y espíritu”.
La historia de uno de los pacientes de Amber, ejemplifica su visión sobre la Apiterapia, oigamos: La historia de Lonny Hill:
Tuve mis primeros síntomas de esclerosis múltiple en 1983. Mi ojo izquierdo quedo ciego, pero los médicos no tenían idea de lo que estaba mal. Me ingresaron en el hospital. Nunca olvidaré ese día cuando vi a un anciano llorando porque no podía ver, recuerdo haber pensando, "! Me siento tan afortunado... al menos aún tengo un ojo bueno!" Un mes más tarde los médicos me dijeron que yo tenía EM. No tenía idea de lo que era, varios meses más tarde empecé a tener problemas con mi ojo derecho, hasta el punto de que solo podía ver sombras. El 11 de enero de 1985, estaba listo para salir del centro comunitario cuando me di cuenta de que no podía ver nada en absoluto. Yo estaba demasiado asustado para decirle a la recepcionista que estaba ciego, creía en mi corazón que yo podía manejarme en casa si es que podía abrir el buzón de mi correo. Encontré mi camino a casa, me senté en ella solo y llore, me arropo una profunda depresión. de la que pude salir cuando fui referido a la escuela para ciegos El Faro para los Ciegos, que me enseñó habilidades para poder tener una vida independiente, también me enseñaron la forma de leer Braille. Algún tiempo después comencé a tener dificultad para caminar. Los médicos me dieron corticoides, que me llevaron a desarrollar diabetes. En junio de 1987, tuve otra crisis, no podía quitar mi mesa, había perdido fuerza en mis manos y brazos, también había perdido toda la fuerza en mis piernas, temí que nunca volvería a estar en pie de nuevo, he tenido mis altibajos después de esto, que me han obligado a entrar y salir del hospital durante años y finalmente fui a un asilo de ancianos, en agosto de 1992, a la edad de 36 años. En septiembre de 1993, tuve mis primeras 6 picaduras de abeja, me he estado sintiendo mejor desde entonces. Ha sido difícil para mí todo el trayecto. No he tenido un mal día desde entonces, se lo debo todo a Pat Wagner y Amber Rose. Para trasladarme del hogar donde vivía solía necesitar dos enfermeras para que me ayudaran a transferirme de la cama a la silla de ruedas, y después de las primeras semanas de picaduras de abeja sólo necesite una enfermera para ayudarme, luego empecé a rodar por mi mismo la silla, porque tenia más fuerza en mis brazos.
Mis brazos y manos han llegado a estar fuertes ahora, ya puedo comer por mi mismo, por primera vez en años, puedo comer comida china, ahora... con mis propias manos. Puedo sostener mi radio, cambiar las estaciones, esto me hace sentir bien conmigo mismo, no me gusta depender de otras personas todo el tiempo, me gusta hacer mis propias cosas.
En marzo 20, 1994, tuve mi milagro, empecé a caminar de nuevo, he estado usando las barras paralelas y el andador, esto es realmente algo! Voy a salir de aquí! Se preguntan cómo lo hice y esto es lo que les digo, "Un poco de abejas, un poco de Dios, y un montón de mí".
Para concluir quiero insertar este relato del libro de Amber Rose, titulado El descubrimiento del Apicultor, “La Apiterapia probablemente se inició con la primera abeja, pero la mayor parte de su historia oficial en este país parece qué tuvo lugar en Middlebury, Vt., con un apicultor de nombre Charles Mraz. Mraz ahora 88, se dice que estuvo envuelto con las abejas desde que tenía 14, todos los mayores de edad solían decirme que las picaduras de abeja son buenas para la artritis. Y, por supuesto, teniendo yo 14, pensé que estaban locos”.
Luego, cuando tenía 28, fue afectado por la fiebre reumática, que no sólo le dejó el corazón dañado, también mucho dolor en sus articulaciones tan graves que "yo no podía salir de una silla." Después de sufrir durante seis meses ", me acordé lo que los chicos de edad me habían dicho y decidió probar, tomo abejas y se dio el mismo un par de picaduras de abejas en ambos lados de una rodilla. Al despertar a la mañana siguiente, el dolor había desaparecido totalmente . Y esto fue un shock para mí. "
En los años posteriores, Mraz ha hablado de su tratamiento a los médicos, y lo ofreció gratuitamente a cualquiera que sufriera de enfermedades reumáticas.
Luego, en 1986, una mujer vino a él con EM "Le dije que no sabía nada acerca de la EM. Ella dijo," bien, usted me trató para la artritis hace cinco años, y los síntomas se fueron. Cuando regresaron me fui a un médico y me dijo que realmente se deben a la EM. Por lo que era un tratamiento para la EM la última vez que me trato y funcionó. Quiero que me trate de nuevo”.
Tres años más tarde, formó la Sociedad Americana de Apiterapia, junto con Bradford Weeks, un médico de medicina general en el Norte de Hartford, Vt., Weeks, dice que su papel ha sido la de "proporcionar la documentación científica por la extraordinaria labor realizada por Charles Mraz. La gente viene de todas partes del mundo a ser tratados por él, pero él no mantiene registros. Yo me hice cargo de esto. Como él siempre dice, no es un médico, él es sólo un apicultor. Así que empecé a mantener records por él y logré tener en mi PC una base de datos de unos 6.000 pacientes, más de 300 de ellos, con EM”.
Sus esfuerzos, dice, han disparado el extraordinario interés de la investigación en lugares como Francia y Corea, donde dice Mraz y él han volado para dar conferencias, y donde los principales estudios científicos del gobierno están en marcha. "Pero hasta hace poco no había dinero del gobierno o de las corporaciones para realizar estudios controlados en éste país, porque no hay potencial de ganancias para las corporaciones, simplemente no existen.”
Según los hospitales de Georgetown Richert, el aspecto más intrigante del veneno de abeja es un compuesto en el mismo llamado apamina. Los síntomas asociados con la esclerosis múltiple, señala, son el resultado de la degeneración inflamatoria del revestimiento de los nervios que llevan señales eléctricas desde y hacia el cerebro. "Cuando la envoltura de los nervios se degenera, no conducen muy bien la electricidad, por lo que los impulsos nerviosos se bloquean. La Apamina no detiene la degeneración, sino que mejora la conductividad del nervio degenerado. Esta propiedad puede ser muy bien, la que trabaja en los casos de EM en las que el veneno de abeja ha demostrado ser éxitoso."
Además, dice Weeks, que el veneno contiene dos extraordinarios poderosos agentes anti-inflamatorios, la melitina y la adolapina, que aparecen en la lucha contra la inflamación de la corteza neural misma.
Richert, sin embargo, dice que el veneno de abejas no es más que el último de una sucesión de sustancias naturales que se promocionan como prometedora cura para la EM en los últimos años, El veneno de Cobra por un tiempo, fue otra sustancia.
Weeks dice que le esta dando seguimiento a cuatro pacientes tratados con terapia de veneno de abeja ninguno de los cuales, dice, ha mostrado mejoría a largo plazo.
Sin embargo, "hay más que un poco de pruebas de que los apicultores como grupo son muy saludables y de larga vida, y pueden tener sistemas inmunes inusuales. Las picaduras de abeja tal vez tengan algo que ver en eso. Tenemos una solicitud de subvención de fondos para desarrollar un gran estudio doble ciego sobre el veneno de abeja, donde ni el paciente ni el médico sepan a quien se le suministra la prueba de drogas y a quien la de placebo. Esa es la única forma de demostrar una eficacia de tratamientos. "
El 30 de Marzo fue elegido para el día mundial de la Apiterapia porque es la fecha de nacimiento del Dr. Philipp Terc, el primer científico que investigo las
aplicaciones medicas del veneno de abejas o apitoxina. Nació el 30 de Marzo de 1844, en Praporiste, Bohemia, Republica Checa.
Escrito y Traducido por
Lic. Mirtha Bueno
Apiterapeuta
Representante en Rep. Dom.
De Apitherapy Consulting, Lt.
http//mirthabueno@codetel.net.do
PD/Informamos por este medio que estamos programando el primer Taller Introductorio de Apiterapia que será impartido por el Dr. Moisés Asís, autor de libros de Apiterapia, a desarrollarse el sábado 27 de Junio en Sto. Dgo. CEDAF es la institución que presenta el Taller,su direccion es Jose Amado Soler No. 50, Urbanización Paraíso, Santo Domingo, República Dominicana, con teléfono 809-565-5603.