Por Mirtha Bueno
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El pasado 12 de Mayo/2007 publiqué un artículo titulado “LA MIEL DE ABEJAS Y LA DIABETES” en el que afirmaba, citando a médicos y prominentes apiterapeutas que participan en una Lista de Apiterapia de unos 300 profesionales y estudiosos de la materia a nivel mundial, que los diabéticos no debían privarse del consumo de la miel de abejas. De manera particular reseñaba en ese artículo la opinión autorizada de un prominente médico cirujano argentino, experto en apiterapia, cuyos planteamientos más importantes los puntualizo a seguidas:
“… el propóleo es útil para los diabéticos, pero también son muy útiles la miel, el polen y la apitoxina (veneno de abejas)…”
- “…los diabéticos DEBEN consumir miel, siempre que cumpla con las más estrictas normas de calidad, pureza, sin manipulaciones, ni agregados extraños. Siempre recordando que cada diabético es único, individual. Cada individuo tiene sus propias necesidades”.
Azucares de la miel:
Levulosa (Fructosa; “azúcar de fruta”): 38.2%Dextrosa (Glucosa; “azúcar de uva”): 31.28%Sacarosa (azúcar común de mesa o azúcar de caña): 1.31%Maltosa y otros disacáridos reductores: 7.31%Azucares altos.…”La miel contiene muchos compuestos que son necesarios para el diabético (minerales, oligoelementos, vitaminas, aminoácidos, etc.)” - “..La miel contiene substancias bioactivas que tienen efectos similares a la insulina (aumenta el consumo de glucosa por parte de las células)”.
A propósito de este artículo el Dr. Rafael Fernández Lázala escribe otro el 17 de Mayo/2007, titulado “DIABÉTICO, CUIDADO CON LA MIEL DE ABEJAS”, donde pone de manifiesto su total desacuerdo con los conceptos expresados más arriba y asegura “que no están desinformados los profesionales de la salud que limitan el uso de la miel de abejas a las personas que padecen de diabetes, como asegura la articulista, sintiéndose obligado a respondernos con el propósito de “evitar confusión en los más de un millón de dominicanos que padecen de Diabetes Mellitus, al creer que la miel de abejas pueden usarla libremente, como se asegura en la susodicha publicación”.
Puntualizamos los comentarios y objeciones básicas del Dr. Fernández: - “La miel de abejas como carbohidrato simple o de absorción rápida no es recomendable, en modo alguno, para los diabéticos…..Está compuesta por un 80% de azucares, principalmente la glucosa y la fructosa, y cada cucharada contiene alrededor de 9 a 12 gramos de este tipo de carbohidratos”….
- “La glucosa, monosacárido contenido en varias frutas y vegetales, presente también en la miel de abejas, la propia miel, conjuntamente con la sacarosa, abundante en la caña de azúcar, remolacha y zanahoria y la maltosa o azúcar de Malta, son los carbohidratos simples o de absorción rápida con la mayor capacidad de elevar el Índice Glucemico”.
- “…el Índice Glucemico, es la medida o la capacidad que posee un alimento para elevar los niveles de glucosa en sangre…. hay alimentos que elevan poco el Índice Glucemico y otros que lo elevan en forma importante,…..los niveles de glucosa en sangre se elevan dependiendo de la cantidad de azucares que contienen, y cuando estos azucares son de absorción rápida o monosacáridos, se elevara mas rápidamente la glucosa en la sangre, lo cual estimulara la secreción de insulina en el páncreas, para que la insulina a su vez, reduzca de nuevo la glucosa en sangre (y así se mantiene el equilibrio)”.
- “….se es diabético, cuando el páncreas no produce la cantidad de insulina necesaria, o que aun produciendo la necesaria, esta encuentra resistencia en las células para transformar la glucosa, y por vía de consecuencia la glucosa subirá en la sangre, trayendo como secuela todos los daños severos, graves y mortales que le ocurren al diabético, cuando la glucosa se mantiene alta”.
- “…..las personas que padecen de Diabetes Mellitus, el 55% de carbohidratos que deben ingerir diariamente, deben ser carbohidratos complejos o de absorción lenta, tales como cereal, pastas, panes, arroz, legumbres, maíz, cebada, centeno, avena, tubérculos, etc., etc. pero jamás obtener dicho 55%, o parte de ellos, de los carbohidratos de absorción rápida o simple y que están contenidos en los monosacáridos y oligosacáridos, que describimos anteriormente”.
La controversia puesta de manifiesto en estos artículos me estimuló a reabrir la discusión dentro de los miembros de nuestra Lista de Apiterapia, enviándoles el artículo del Dr. Fernández, pues el que yo había publicado lo conocían, de manera que tuviesen acceso directamente a las opiniones contrapuestas.
Las consideraciones y nuevas observaciones que recibí resultan de gran interés y me obligan a reseñar algunas, respondiendo al Dr. Fernández, e introducir algunas precisiones y acotaciones, que lamento no haberlas tenido en cuenta en el primer artículo, y que estoy segura serán de gran beneficio para los diabéticos que se decidan a utilizar algunos gramos de miel de abejas pura y de calidad, por su cuenta, cosa ésta que ningún apiterapeuta recomendaría, o después de haberlo discutido y acordado con su médico.
El Dr. H. Aguirre me insiste en su recomendación de que la miel de abejas no se considere un alimento prohibido para los diabéticos; ratifica su concepción de que los diabéticos pueden y deben consumir miel de abejas y valora la aparición en la prensa convencional de este tipo de publicaciones pues, en su opinión, contribuye “a hacer conocer lo verídico sobre el consumo de estas ofrendas naturales que son los productos de las abeja.
La ratificación del Dr. Aguirre la sustenta, y le citamos, en los hechos siguientes: - “El Dr. Fernández desconoce –al menos no lo refiere en su artículo- un detalle muy importante en el metabolismo de los glúcidos, como lo es el hecho de que la miel contiene substancias con bioactividad similar a la insulina, lo que permite una mayor captación de la glucosa por parte de las membranas celulares, con una consecuente baja de la glucemia. También debe saberse que aumenta la concentración de insulina en sangre.
- La misma Asociación Americana de Diabetes recomienda incluir en la dieta diabética alimentos que mantengan a la glucemia, por acción de la insulina endógena o exógena, en valores lo más cerca posible a los normales (Volumen 23 Suplemento 1, Clinical Practice Recomendations 2000; Web MD (MeadScape) 13/2/02).
- La miel reduce los lípidos en sangre. Siendo el trastorno del metabolismo graso una complicación muy frecuente en los diabéticos, tal vez la más grave, es del todo aceptable la indicación de ingesta de miel por parte de los diabéticos.
- Gran cantidad de evidencias, y muchos trabajos de investigación científica, concluyen en la indicación de la miel a los diabéticos.
- Si bien es cierto que la miel aumenta la glucemia, consecuencia lógica de la post-ingesta, lo hace en menor cantidad que el azúcar común y la glucosa. Además es la glucemia que desciende en menos tiempo y a niveles inferiores que los demás glúcidos; esto por su efecto insulínico intrínseco”.
Para este eminente médico cirujano, apiterapeuta, “la dieta de un diabético -dependiendo de su peso, ocupación, otras enfermedades concomitantes, etc.- debe estar compuesta por un 50% de hidratos de carbonos o azúcares, 30% de proteínas y 20% de grasas. Cuando sostengo que un diabético debe comer miel no digo que puede hacerlo libremente. Solo hago mención a que: el diabético puede, debe, comer miel. Es decir en forma razonable, dentro de cantidades que no superen el total de los azúcares que ese diabético pueda comer. Así un diabético puede, debe, reemplazar 40 a 60 gr. de alimentos como pan, galletas, fideos, etc. por la misma cantidad de miel. Tal cambio le estará haciendo un gran beneficio a ese organismo ya que: - se hace un buen aporte vitamínico, particularmente las del grupo B que tanta carencia padecen los diabéticos.
- se incorporan oligoelementos como: cromo, tan necesario en la diabetes del embarazo; manganeso, que los diabéticos solo contienen un 50% de lo normal; vanadio y potasio, que aumentan la sensibilidad a la insulina; zinc, cuya deficiencia sería el origen de muchas diabetes pues está en todo el proceso bioquímico de la síntesis, la producción y la utilización de la insulina”.
Afirma el Dr. Aguirre: “….en mi Facultad de Medicina también me formaron con el mismo criterio del Dr. Fernández (es muy probable que así lo hagan la mayoría de las Escuelas de Medicina), pero luego pude encontrar otras verdades que me permitieron mejorar la calidad de vida y curar a diabéticos con el consumo de la miel. Esto me da pie para reflexionar que, si bien el desconocimiento es un derecho (nadie nace sabiendo) la información es una responsabilidad, más aún cuando la necesitamos para cumplir con nuestra función”.
Estoy enviando al Dr. Fernández copia integra de los comentarios y observaciones que recibí del Dr. Aguirre, pues incluye, adicionalmente, información bibliográfica y documental sobre un sin número de resultados de investigación científica sobre la miel de abejas.
Por su parte, la Dra. Teresa Giral Rivera, de Cuba, también nos comenta lo acertado de la explicación del Dr. Fernández en relación con la tipología de carbohidrato simple y de rápida absorción de la miel de abejas, pero nos acota lo siguiente: - “Para los diabéticos que producen exceso de la hormona insulina o hipoglucémicos, la miel es una gran opción, pero para los que no producen la hormona que son diabéticos hiperglucémicos, o sea que el valor en sangre de la glicemia es alto no se recomienda el consumo de miel.
- Se sabe que también existe una herencia genética al padecimiento de la diabetes, en Cuba ha sido estudiada esta enfermedad con mucho rigor ya que es frecuente en la población el padecimiento de la misma.
- Es posible que una vez al día los diabéticos puedan ingerir una cucharadita de miel, por la acción energética de la misma, pero para los insulino-dependientes no es recomendable”.
“MÁS SOBRE LA MIEL Y LA DIABETES”
Por Mirtha Bueno
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En la dilucidación de la controversia sobre el uso de la miel de abejas por parte de las personas que sufren de diabetes, surgida a partir de la respuesta dada por el Dr. Rafael Fernández Lazala a un artículo mío aparecido el pasado 12 de mayo, también recibimos la opinión del Dr. Stefphan Stangaciu de Rumania, médico reconocido como una autoridad mundial en la apiterapia; sus comentarios son tan extensos y detallados que destino este artículo, exclusivamente, a presentar y valorar su contribución a este debate.
Como hiciera con los comentarios y observaciones del Dr. H. Aguirre le envío, igualmente, al Dr. Fernández el detallado aporte bibliográfico que anexara el Dr. Stangaciu a sus comentarios.
Para este maestro de la Apiterapia, la polémica sobre la utilidad o peligrosidad de la miel en el tratamiento de la diabetes continúa y ha de continuar por muchos años más.…. Nos parece que tal percepción puede descansar en la manera, esencialmente diferente, en que los distintos profesionales de la salud se aproximan a conceptos tan importantes como enfermo-enfermedad, nutrientes-alimentos-comestibles, remedios-medicamentos, entre otros muchos conceptos que ponen de manifiesto las verdaderas visiones, concepciones, aptitudes y prácticas sobre la falta de salud en una persona.
Las observaciones y comentarios del Dr. Stangaciu están referidas a los siguientes aspectos, y citamos:
A. “La miel puede ser peligrosa o a veces muy peligrosa en:
a) personas con diabetes tipo 1 (insulino-dependiente) si la administración se hace fuera de un hospital, sin cuidado; si se hace en una unidad hospitalaria especializada en el tratamiento de diabetes, se pueden obtener en algunos casos buenos resultados, especialmente si la enfermedad es al inicio (cuando se puede esperar que ya hay células Langerhans activas);
b) personas con diabetes tipo 2 (insulino-independiente) cuando el valor de la glicemia es muy variable (instable, demasiado alto-demasiado bajo).
B. La miel puede ser todavía útil en:
a) personas con diabetes tipo 2 (insulino-independiente) cuando el valor de la glicemia es estable, con pequeñas variaciones y si se toman precauciones MUY IMPORTANTES como:
i. se toma la miel antes del desayuno, en muy pequeña cantidad al inicio (1 gramo) después que se ha tomado la glicemia y se ha visto que la glicemia tiene un valor aceptable (menos de 100 MG. Por 100 ml. de suero);
ii. se elimina de la dieta, en las mismas horas/días cuando se toma la miel una cantidad equivalente de glúcidos en formas de pan, legumbres u otros alimentos; al final, la cantidad de glúcidos ingeridos debe ser igual o un poco menos que si no se toma la miel
b) En casos con heridas diabéticas; la penetración de la miel en el torrente sanguíneo es mucho menor que en el caso de administración oral, pero de todas maneras, para estar seguros que todo es OK, se debe:
i. hacer el tratamiento en una unidad hospitalaria especializada en diabetes;
ii. se debe chequear con regularidad la glicemia
iii. se debe eliminar de la dieta una cantidad equivalente de glúcidos (ver arriba)
c) En casos con aumento de insulina y/o disminución peligrosa del nivel de la glicemia por varias causas (exceso de administración de la insulina, exceso de actividad física o mental, etc.).
d) En todos los casos de la aplicación de la miel sobre la piel, para:
i. tratar varias enfermedades cutáneas como la eczema, la soriasis, las quemaduras.
ii. para practicar el masaje terapéutico con miel (en casos de enfermedades respiratorias, intoxicaciones crónicas especialmente con toxinas liposolubles, dolores de espalda, etc., etc.).
iii. para fines cosméticos”.
Para el Dr. Stangaciu, existen otros elementos que deben tomarse muy en cuenta, a la hora de decidir la ingesta de miel por parte de un diabético, a saber: - “Cada paciente/persona tiene su diabetes, su fisiología y fisiopatología y si se aplican INDIVIDUALIZADA todas las medidas conocidas en la medicina clásica y naturista, se pueden obtener resultados muy satisfactorios, incluso la prevención de las complicaciones que pueden ser de verdad muy, muy peligrosas.
- las mejores mieles son:
- las mieles que tienen máxima cantidad posible de fructosa (como la miel de acacia);
- máxima cantidad de minerales (como cromo) y flavonoides (como la miel de ligamaza);
- máxima cantidad de ácidos orgánicos (una miel mas “agria” como la miel de cítricos)
o máxima cantidad de principios amargos, como la miel de Castanea sativa - cada paciente debe:
- hacer mucho o suficiente ejercicios físicos (para quemar suficiente glúcidos diariamente)
- ser menos sedentario para no aumentar la cantidad de grasas en su cuerpos y por consecuencia iniciar y/o agravar una obesidad o una enfermedad de tipo cardiovascular;
- tomar los productos apícolas que tienen una cantidad pequeña o casi nula de glúcidos como es el caso de la jalea real, del pan de abejas, del polen y especialmente del propóleos; cuando se toman estos productos apícolas, como cuando se toma cualquier otro remedio, se debe chequear frecuentemente el nivel de la glicemia; en algunos casos el efecto hipo-glicemiante puede ser muy bueno/fuerte;
- tomar plantas medicinales (en té o en polvo como en Ayurveda) que tienen efectos comprobados anti-diabéticos; las formulas deben ser por cierto muy bien individualizadas, de caso a caso; recuerde siempre que NO HAY ENFERMEDADES SINO ENFERMOS;
- comer suficientes frutas y legumbres de sabor amargo y agrio + cereales, para estar seguros que en sus dietas hay suficientes vitaminas, otros nutrientes y celulosa que son muy importantes para el funcionamiento de todo el tubo digestivo y de TODAS las células del cuerpo; es ilógico tener el páncreas “feliz” pero causar problemas en el hígado, el corazón, el intestino grueso, etc. con una alimentación hiper-proteica (carne, queso, pescado, etc.), o una alimentación refinada, hirviendo al exceso los alimentos y así perdiendo las vitaminas que protegen entre otros los capilares sanguíneos;
- tener una muy buena relación con sus médicos diabetólogos, especialmente para prevenir y tratar las posibles complicaciones”
Concluye estas observaciones, recordándonos lo siguiente: “…… la miel, como cualquier otro remedio, puede ser un alimento/remedio o una toxina. Todo depende de la dosis y de la manera de administración”.
Se destaca, pues, que los diabéticos hipoglucémicos y aquellos cuyo valor de la glicemia es estable, pueden tomar miel de abejas como una opción para edulcorar, siempre que lo hagan bajo control de su médico y de ser posible manteniendo un control diario de su glicemia; debe ser en pequeñas cantidades y siempre sustituyendo la ingesta de otros carbohidratos.
Al diabético hiperglucémico o insulino-dependiente y a los insulino-independiente con glicemia en sangre muy variable, les queda restringida la ingesta de miel a la orientación y decisión de su medico, y a las condiciones de su administración.
Finalmente, la miel de abejas utilizada dentro de los parámetros expresados en este debate es beneficiosa para diabéticos y mucho más si consumen, adicionalmente, los otros productos de la colmena o lo que llamamos el cóctel de Apiterapia, compuesto por polen (pan de abejas en diabéticos), jalea real, propóleos y miel.
Nuestra recomendación final, que debimos incluirla en nuestro primer artículo, tiene que ver con el hecho de que corresponde a los enfermos de diabetes informarse y discutir con sus médicos las opciones de tratamiento y curación que privilegian. La mayoría de los médicos alopáticos clásicos entiende que las personas/pacientes no conocen, no saben y por tanto no tienen opinión propia sobre su condición de salud. Los conocedores de la enfermedad y como combatirla son ellos. Por suerte cada vez más hay un mayor número de personas que reivindica que siendo ellos los enfermos son los más llamados a conocer y tener la mayor cantidad de detalles posibles sobre el problema que les aqueja y las distintas opciones de que disponen para su tratamiento y curación. Esta perspectiva que coloca a la persona enferma como centro del problema -sujeto del padecimiento y actor central del proceso de curación- exige, no obstante, profundos cambios en la orientación y práctica de nuestros médicos.
Dr. Fernández, es mi mayor deseo que estos últimos dos artículos eliminen su preocupación y al mismo tiempo estimulen su interés y curiosidad por profundizar sus conocimientos e información sobre la miel de abejas y sus condiciones excepcionales de super-nutriente como todos los que nos provee la colmena y sus posibles y convenientes usos en personas diabéticas. Será de una inestimable ayuda adicional para sus pacientes.
Aprovecho la oportunidad para extenderle la invitación que me hiciera el Dr. H. Aguirre de celebrar el certero y sabio axioma del genio Claude Bernard (1813-1878):
"cuando encontramos hechos que contradicen teorías prevalentes, debemos aceptar tales hechos y abandonar las teorías, incluso cuando a las teorías la sostienen grandes nombres y son generalmente aceptadas".